El autor del proyecto
Confederación Mundial de Obediencias masónicas
no tiene ni la sabiduría
ni la fuerza para dialogar con sus lectores,
y menos aún para poner en práctica estas ideas.
Espera que la belleza del ideal de la fraternidad planetaria
expresada por este proyecto,
los incitará a contribuir a su realización.
Todos juntos y cada uno de forma individual podemos lograrlo.
Quisiera concluir con las palabras de mi querido Stanislavski: Hice lo que pude, que haga más el que pueda.





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